En esRadio, Marta Robles nos presenta 'La mala suerte', su nueva y apasionante novela negro junto a Juan Bolea.
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Una entrevista de Ivette Leonardi La Estrella de Panamá El escritor español de género ‘noir', Juan Bolea presenta su nuevo trabajo ‘Los viejos seductores siempre mienten' en el Festival Panamá Negro 2018 Cuando Juan Bolea (Cádiz, 1959) tenía 12 años de edad decidió empaparse de lo real para contar historias. El estallido del ‘boom' latinoamericano fue ese golpe de aliento que lo invitó a sumergirse en la escritura. Influenciado por Juan Carlos Onetti, Julio Cortázar y Jorge Luis Borges comenzó a relatar sin descanso. ‘A los 20 años gané el premio de novela corta Ciudad Alcalá de Henares. En ese momento me obsequiaron 300 mil pesetas que eran una fortuna. Y con ese dinero me dediqué a viajar por todas partes. Yo buscaba novelas, buscaba aventuras', evoca. El periodista, escritor y filósofo tuvo su primer contacto con el género negro cuando fue reportero de crímenes. Tras ello, en el 2000, comenzó a acariciar las texturas del éxito con su libro El manager , Ediciones B). A partir de ese momento siguió explorando el noir y contando relatos: ‘hacía una novela por año', recuerda. A Bolea, ciertos personajes y momentos de la vida real lo cautivan tanto que los investiga. El escritor busca en lo cotidiano, la inspiración. La idea que siempre lo asalta ‘es buena', afirma, y se aferra a ella hasta terminar su obra, así como cuando un perro aprisiona a su hueso. Durante su proceso creativo, emplea los adjetivos y adverbios justos: opta por lo directo, por la acción simple y llana. Cuando conversa, asoma en su discurso la pasión por la novela negra, género al que considera ‘el más rico' para narrar. En la tercera de edición del Festival Panamá Negro, Bolea llega al país con Los viejos seductores siempre mienten (Editorial Alreves) , su último trabajo. Uno de esos libros en los que encontrarás humor negro y suspense al mismo tiempo. ¿QUÉ LE DEBE UN ESCRITOR AL PERIODISMO? Pues, gracias al periodismo encontré un modus vivendi ( sonríe ). En los 80 hice de todo. Fui corresponsal en La Habana. Después hice periodismo literario. También cubrí noticias de sucesos, esa fue mi primera cercanía al género negro. ¿ES CIERTO QUE EL GÉNERO ‘NOIR' ES EL MEJOR PARA NARRAR? Yo si lo creo. Porque es un género de pura ficción. Incluso la novela más realista del mundo es una novela de ficción. Por ejemplo A sangre fría , de Truman Capote, es una novela de ficción. ENTONCES, ¿UN PERIODISTA ESCRIBE FICCIÓN EN SUS NOTICIAS? Cualquier periodista se enfrenta ante el relato de la realidad y eso se le escurre entre las manos. Un periodista relata lo que ve, relata lo que siente, pero no relata lo que ha pasado. Porque nadie lo puede narrar, es imposible. HABLEMOS DEL GÉNERO. LA NOVELA HISTÓRICA SE ATRINCHERA EN EL PASADO, ¿SE PLANTA LA NEGRA EN EL PRESENTE? El género negro es el paraíso del narrador. Realmente lo tiene todo. Es un libro que tiene secreto, suspenso, la historia de amor. Es un género que congrega prácticamente todo. Por eso es que siempre ha sobrevivido. ¿DÓNDE ES TRADICIÓN ? Es un género claramente inglés con el nacimiento de Sherlock Holmes y los grandes detectives de Agatha Christie. Después vino la herencia notermericana. En Europa se incorpora con Georges Simenon. Pero es, sin duda, un género anglosajón. ¿QUÉ DEBE TENER LA NOVELA NEGRA, SOLO MALECHORES, CRÍMENES Y DETECTIVES? ( ríe ) Nuestras novelas son de ficción pero deben estar ancladas a la realidad para generar una cierta confianza, especialmente en los primeros capítulos. Al principio debe ser estrictamente real. Sin duda, el género negro debe estar basado en la realidad. A QUIEN NO CONOZCA EL GÉNERO, ¿QUÉ LIBRO SUYO LE RECOMENDARÍA? A mí me gusta mucho el Síndrome de Jerusalén. También otro, del que van a hacer una película ahora, que se llama Parecido a un asesinato. Son novelas muy diferentes pero muy interesantes. Y bueno, la novela que presento aquí, en Panamá: Los viejos seductores siempre mienten . ¿QUÉ CUENTA USTED EN ESA NOVELA? Es humor negro con novela negra. Es un detective muy simpático. Un personaje con muchos recursos. Muy hedonista, le gusta mucho vivir bien y es algo perezoso. Él monta una agencia de detectives para sobrevivir y le entra un caso aparentemente absurdo, imposible al que la policía no le ha prestado atención. El caso se refiere a una vieja escritora que pide enviar una carta a una mujer, de quien se ha enamorado y que es muy peligrosa. ¿Y CÓMO ES QUE CABE EL HUMOR EN LA NOVELA NEGRA? El género siempre ha sido muy hermético, muy duro. Pero este tipo de novedades me gusta mucho, porque tiene una aportación. El humor lo había trabajado poco. ¿QUÉ LE DIRÍA A UN JOVEN ESCRITOR? Estamos viendo que los jóvenes tocan con agrado y con pasión el género negro porque, rápidamente, es muy buena escuela de novelistas. Les recomendaría que usen bien la acción que, casi sin querer, corre. Que los episodios abundan porque el género exige ritmo. Lo primero que enseño en los talleres literarios es a no utilizar el adverbio ni el adjetivo. ENTONCES, ¿CÓMO SERÍA UNA FRASE DE JUAN BOLEA SIN ADJETIVOS? Por ejemplo, un escritor barroco diría: ‘acercándose lentamente hacia la puerta en cuyo pomo se reflejaba el rayo del sol que entraba por la ventana y abrió la hoja de madera o de cerezo. Yo diría; ‘abrió'. El personaje lo que tiene que hacer es entrar a la habitación no recrearse. ¿NO ES NECESARIO LA DESCRIPCIÓN DE LA ESCENA? Al principio conviene dibujar los personajes. Pero por ejemplo, si ya una vez que está dibujadoSherlock Holmes y Watson ,no se debe estar en todo el libro describiendo que la ‘ceja izquierda se les levantaba cuando se enfadaban'… ( ríe ) ¿SIGUE SIENDO EL DETECTIVE ESA FIGURA ESTRELLA DEL GÉNERO NEGRO? Ahora está muy variado entre jueces, policías... Cualquier persona que se vea inversa en un hecho de suspense puede hacer el papel del conductor de la narración. ¿EN TIEMPOS TECNOLÓGICOS, HAY MERCADO PARA LA LITERATURA? Si. El hombre es un ser para la ficción. La gente va siempre a necesitar esa interpretación ficticia e imaginativa del mundo. Así ese mundo le gusta más. La realidad plana y sola es insoportable para el hombre. ¿POR QUÉ PARA LOS HOMBRES ES MÁS FÁCIL ALCANZAR EL ÉXITO EN LA LITERATURA? Las mujeres negociáis muy mal. ( risas ). Antes estaban un poco acomplejadas y el propio sistema no las llamaba. Ahora es distinto. En España hay un fenómeno y es que, desde el año 2000, el 60% de los lectores son lectoras. ¿EXISTE LA LITERATURA FEMENINA? No, yo creo que no. No hay una sensibilidad diferente. La mujer por ser mujer no trabaja diferente el personaje ni el relato. Es absurdo pensar así. POR ÚLTIMO, ¿QUÉ LIBRO NUNCA NO LEERÍA USTED ? Hay que ser muy tolerantes. Todos los libros, al menos, tiene un lector. Todo escritor que se sienta a escribir tiene mis respetos ¿Quién es cualquiera de nosotros para decir ‘esto sí', ‘esto no'?. AGENCIA EFE El escritor Juan Bolea ha afrontado el reto de introducir el humor en su último trabajo, 'Los viejos seductores siempre mienten', una historia del género negro tan divertida como trágica, en la que explora los cánones de la novela romántica y apuesta por la mezcla de estilos. Lo nuevo del gaditano Juan Bolea, publicado por la editorial Alrevés, se presentará hoy, a las 20 horas, en el Jardín de la Luna Nueva, con la presencia del autor, que será introducido por Juan Pedro Cosano. La obra adelanta ya desde su título que se trata de una novela "diferente". "Estás leyendo una novela de crímenes pero estás leyendo también una novela de amor", relata el periodista afincado en Zaragoza. A pesar de que Bolea ha firmado ya más de una quincena de novelas- como 'La melancolía de los hombres pájaro' o 'El síndrome de Jerusalén'- en ellas todavía no figuraba ni el melodrama ni el humor, revela. "En ésta he apostado por el humor, pero hay también melodrama a través de una historia de amor trágica y verdadera entre dos grandes mujeres: dos grandes divas de la novela romántica", descubre el autor. El ritmo de la novela lo marca un misterioso caso que deberá resolver de nuevo el detective Florián Falomir, un habitual de los textos de Bolea. Un encargo absurdo que acaba tornándose tan complicado como la historia de pasión que lo sustenta. "Y todo esto es un melodrama, incluso podríamos llamarlo un negrodrama", bromea Bolea, acuñando para su obra un término que todavía no existe, ya que la novela policíaca ligada al género romántico no es un cóctel que se sirva de forma habitual en la literatura. EFE | EL PERIÓDICO DE ARAGÓN El escritor y director del Festival Aragón Negro (FAN), Juan Bolea, es uno de los invitados destacados en una nueva edición de Panamá Negro, encuentro literario Internacional ideal para los amantes del género negro, que iniciará su programación el 29 de septiembre, según informó ayer Alrevés Editorial. El autor dará a conocer su última novela Los viejos seductores siempre mienten, en un acto que tendrá lugar en Casa del Soldado. Una presentación pública que se suma a otras muy recientes, como la celebrada en Montevideo (Uruguay), y a próximas en otros países latinoamericanos como las previstas en Nicaragua o México. De esta forma, Juan Bolea «ratifica su éxito al otro lado del Atlántico», dijeron sus editores. La novela tiene como protagonista a Matilde Montenegro, una estrella de la novela romántica caída en el olvido, que se presenta en el despacho del detective Florián Falomir, para hacerle un encargo, entregar una carta a otra diva del género rosa, Rosal de Luna. Por otra parte, el escritor presentará hoy en un acto abierto a todos sus lectores Los viejos seductores siempre mienten, en Cádiz. Y mañana, a la misma hora, lo hará en la librería La Luna Nueva, en Jerez. Desde Alrevés Editorial incidieron en que la última novela de Juan Bolea está recibiendo «grandes elogios por parte de la crítica especializada, que ha destacado la originalidad de su trama, la calidad de su lenguaje y su gran sentido del humor». Sarah Yáñez-Richards AGENCIA EFE | URUGUAY El escritor español y director de los ciclos literarios de "Aragón Negro" y "Panamá Negro", Juan Bolea, destacó en una entrevista con Efe que uno de sus sueños es consolidar una red de festivales sobre la novela negra en España y América. El también periodista y crítico se desplazó a Montevideo para participar en la "Semana Negra de Uruguay", marco en el que imparte hoy el taller "La gestión cultural como desafío creativo". En este sentido, explicó que el fin de crear esta unión hispanoamericana es formar una serie de objetivos y ayuda para los creadores, así como acercar este género a la gente. "En los últimos años he combinado la creación literaria con la gestión cultural, algo que no es fácil, pero que a mí me resulta muy complementario", relató el autor de 59 años. Bolea, además, señaló que mediante esos festivales intenta descubrir nuevas historias y nuevas voces, y bromeó diciendo que sus colegas lo llaman "terrorista", porque él pone "la bomba" y "se va corriendo". "Yo voy a un sitio, dejo una idea -esa es la bomba- y esa idea tal vez funcione", explicó con una sonrisa el que también fue concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Zaragoza (España) entre 1995 y 1999. Uno de esos explosivos lo tiró hace tres años durante la Feria del Libro de Panamá, cuando propuso a su director crear unas jornadas dedicadas a la novela policial en el marco de la siguiente edición de este evento. "Fue un éxito y ahora hemos montado un festival de novela negra. Empezamos ahora en septiembre y yo creo que va a funcionar muy bien", auguró el intelectual. Bolea resaltó también que este género policial no era muy popular en este país centroamericano, pero que a raíz de ese encuentro algunos periodistas panameños hallaron "un vehículo de expresión". "Los reporteros de sucesos de los periódicos panameños van a convertirse rápidamente en novelistas, porque van a encontrar en el festival un lugar donde formar y formarse", apostilló el creador de las aventuras de la meticulosa inspectora Martina de Santo. Pese a ser un amante de la vieja escuela -ya que escribe sus obras en pluma y lee libros del siglo XVII y XIX "con encuadernaciones antiguas de papel de biblia y lomos de piel"- Bolea opinó que los nuevos sistemas de publicación, como el libro electrónico, pueden ser "uno de los elementos que realmente consiga eliminar la sombra de futuras crisis económicas". Este creador también ha sembrado semillas por la novela negra en México, Nicaragua y Uruguay y ahora espera que den su fruto. "Creo que Uruguay puede entrar en esa gran cadena que estamos montando. Para nosotros sería muy importante que este festival (el de la Semana Negra de Uruguay) tuviese vínculos con Panamá, con Aragón (España), con la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) de México y con la Semana Negra de Gijón (España)", subrayó el escritor. No obstante, Bolea no solo gestiona festivales en torno a este género policial, pues también es el director del ciclo "Escritoras españolas", así como de "Océanos y Libros", una colección de antología de escritores latinos contemporáneos. Otro de sus próximos proyectos es ver cómo su novela de suspenso psicológico "Parecido a un asesinato" (2015) da el salto a la gran pantalla, ya que señaló que está hecho el guión cinematográfico. LA DIARIA | URUGUAY Hoy, con muchas actividades en el Espacio de Arte Contemporáneo, cierra la quinta edición del festival de literatura policial Semana Negra. Entre los panelistas está el escritor español Juan Bolea (Cádiz, 1959), que anteayer estuvo en una mesa junto a Gonzalo Cammarota y esta mañana brinda un taller sobre gestión cultural. Comenzó a publicar en los años 80 y tiene decenas de títulos en su haber; en Montevideo, hoy, se pueden conseguir las novelas publicadas por Ediciones B El síndrome de Jerusalén (2013) y El oro de los jíbaros (2016). Has dicho que en España la novela negra se ha revitalizado con la incorporación del realismo social como vehículo de denuncia. ¿Es un vacío que dejaron otros géneros? No sólo pasa en España. La novela negra actual es bastante social, en el sentido en que aborda problemas cotidianos, habla de la corrupción, de la violencia de género, entre otros asuntos. Todo eso aflora en las tramas de las actuales novelas españolas y de otros países iberoamericanos. Es interesante, porque sugiere que la novela realista es, en parte, la novela negra. La novela política, de compromiso social y político, es la novela negra. Tal vez sea una de las razones de su éxito: que realmente expone los conflictos de nuestro tiempo. Sin embargo, tu trabajo elude la parte más violenta del policial, que muchas veces es un condimento fuerte del realismo sucio, de tipo estadounidense. Mi estilo de trabajar es más de ficción. Trato de construir historias apasionantes, con tensión, con enigma. Lo que me interesa sobre todo es el suspense, la intriga. Me inspiro en la realidad, pero normalmente construyo un artefacto de ficción. En eso parecerías acercarte a la otra línea del género, la más “limpia”, británica, en la que el lector puede jugar a resolver el misterio junto con el detective. ¿Cómo es el balance? En mi obra hay dos líneas muy diferenciadas, que obedecen a esas dos grandes divisiones. Por un lado, hay novelas mías que son policiales de enigma: son las de Martina de Santo, mi detective, que tiene una serie larga de siete u ocho novelas. Luego hay otras más de conflicto, psicológicas, o negras, en las que hay menos enigma, y sí un componente más literario, y se profundiza más en temas sociales. Esas son mis novelas negras, como Orquídeas negras [2010] o Parecido a un asesinato [2015], que se va a llevar al cine ahora. Antonio Hernández está trabajando en el guion y en el elenco. Además de Martina de Santo, hay otros personajes recurrentes en tus obras. ¿Es una manera de enganchar lectores, una necesidad narrativa? Hacer series para mí es algo deliberado. Empecé en 2005, 2006, con una serie muy reconocible. La detective Marina de Santo evoluciona, va haciendo amigos, como Florián Falomir, este detective simpático. Son novelas muy de la tradición policial, en la que el caso es original, atractivo, y suelen tener un componente cultural, inspirado en la religión o la historia. Trato de enriquecer un poco el canon, pero es novela de canon. Sé que al lector le encantan, son gratas de escribir y de consumir. Es una gran diversión para mí y una fiesta para el lector. Muchas de tus historias se desarrollan en Zaragoza, ¿cómo te parece que te leen en otras partes de España y del mundo? He empleado muchos escenarios, desde ciudades como Mombasa, La Habana, la Isla de Pascua, Cádiz. Con Zaragoza tengo una relación singular, porque resido allí y la conozco bien. Representa un poco la realidad para mí. En el juego entre realidad y ficción, cuando te radicas en tu propia ciudad hay una serie de desafíos complementarios, porque es un territorio muy reconocible, pero al mismo tiempo tiene que ser universal, trascender los personajes o tipos. Tu última novela, Los viejos seductores siempre mienten [2018], te ha llevado a festivales de novela erótica. Sí, porque en esa novela trato el asunto de la novela romántica, que es un fenómeno a nivel mundial. Si hay un género líder en medio mundo es la novela romántica, que muchas veces no tiene gran calidad literaria, pero sí una gran cantidad de lectores. Hay que acercarse a ese universo con más respeto, porque allí se construyen historias de amor y de sexo que a otros escritores nos cuesta tratar de manera natural, y que en ese género aparecen espontáneamente. Me interesa el género, lo he estudiado, me he acercado a alguna de sus autoras más conocidas. Y esa experiencia la he llevado a una novela en la que las divas de la novela romántica ocupan un lugar muy importante. Ocupaste puestos públicos como gestor cultural y organizás los festivales Aragón Negro y Panamá Negro. ¿Cómo se lleva lo de ser escritor y gestor? Muy bien, porque para mí la literatura es un todo continuo. Para mí escribir es viajar, conocer gente maravillosa, países. Desde hace muchos años esta es mi manera de vivir. No concibo la literatura de manera estática, no soy un señor que escribe en reclusión en su casa. Escribo en trenes, en aeropuertos, en hoteles. Para mí la acción tiene que ser consecuente con la reflexión, y si puedo montar un festival, organizar jornadas o cualquier otra actividad relacionada con literatura, teatro, cine, pues lo intento y a veces lo consigo. Aragón Negro y Panamá Negro me dan una enorme experiencia y la posibilidad de llevar a la práctica mucho de nuestros sueños y utopías: la promoción de la lectura, la construcción de antologías, la promoción de jóvenes escritores, la conexión de nuestros mundos. Juan Bolea, único autor español que participa en la VI Edición de la Semana Negra de Uruguay24/7/2018 El escritor y director del Festival Aragón Negro (FAN), Juan Bolea, será uno de los invitados destacados en la nueva edición de la Semana Negra de Uruguay, encuentro internacional de novela policíaca que se celebrará en Montevideo (Uruguay), desde este lunes y hasta final del mes. El autor presentará en el Espacio de Arte Contemporáneo de la capital uruguaya su última novela Los viejos seductores siempre mienten, que está recibiendo magníficas críticas y que acaba, recientemente, de ser presentada en la Semana Negra de Gijón, entre otros Festivales españoles y Ferias del Libro. Críticos como Luis Artigué, han reseñado “la originalidad de la voz y sentido del humor de la novela, entroncado con la tradición de Mendoza y Vázquez Montalbán”, y “el interés y ritmo de su trama, una serie de asesinatos de mujeres que podrían haber sido cometidos por famosas divas de la novela romántica”. Además, Juan Bolea impartirá Talleres de Literatura Creativa específicos de novela negra y otros relacionados con la Gestión cultural, basándose en su experiencia como organizador de eventos y director del Festival Aragón Negro. Considerada como uno de los principales eventos culturales del cono sur americano, la Semana Negra de Uruguay contará con la presencia de destacados autores iberoamericanos, como Hugo Fontana, Tatiana Gorianski, Alicia Escardó o Gonzalo Camarotta. a editar. El Festival Aragón Negro (FAN) y la editorial Prensas Universitarias, con el impulso del Gobierno de Aragón a través de la Dirección General de Cultura y el Centro del Libro de Aragón, lanzan Océanos y Libros, una nueva colección literaria. El proyecto irá elaborando una serie de completas e interesantes antologías dedicadas a la narrativa contemporánea en distintos países hispanos donde el castellano es lengua oficial. La iniciativa de esta ambiciosa propuesta intercultural ha partido del FAN, cuyo director, Juan Bolea, ha resaltado la necesidad de “abrir fronteras a otras experiencias narrativas y trabajar conjuntamente con las instituciones y autores de los países de habla hispana”. La primera de estas antologías lleva por título Nicaragua cuenta y será presentada este próximo miércoles 11 de julio en la Semana Negra de Gijón, en un acto en el que participarán el director del Centro del Libro de Aragón, José Luis Acín y Juan Bolea. Nicaragua cuenta, con cubierta de Isidro Ferrer, incluye 18 relatos de autores nicaragüenses contemporáneos en una selección llevada a cabo por dos reconocidos autores y críticos nicaragüenses, Arquímedes González y Karly Gaitán. En el prólogo, el último Premio Cervantes, el escritor Sergio Ramírez, reflexiona sobre la evolución de la narrativa en su país desde Rubén Darío hasta nuestros días. Nicaragua cuenta incluye relatos de los propios Sergio Ramírez y Arquímedes González, de Ernesto Cardenal, Rosario Aguilar, Gioconda Belli, Erick Blandó Guevara. Alejandro Bravo, Helena Ramos, Pierre Pierson, Erick Aguirre Aragón, Juan Sobalvarro, María del Carmen Pérez, Martha Cecilia Ruiz, Roberto Carlos Pérez, Carlos Manuel Téllez, Ulises Juárez Polanco, José Adiack Montoya y Mario Martz. La colección Océanos y Libros, en palabras de Nacho Escuín, director general de Cultura del Gobierno de Aragón, servirá para “conectar a nuestra Comunidad con la actividad creativa de otros países de habla hispana en los que Aragón aspira a tener mayor presencia e influencia”. Asimismo, el director editorial de Prensas Universitarias, Pedro Rújula, responsable de la edición de esta primera obra, se ha mostrado muy ilusionado con la dimensión internacional de Océanos y libros, que “prestigiará al sello que dirige y abrirá nuevos caminos de cooperación literaria y editorial”, ha recalcado Bolea. La antología Nicaragua cuenta será presentada en distintas ferias y eventos literarios del calendario nacional y también en otros países. El 28 de septiembre se presentará en el Festival Panamá Negro y a finales del mes de noviembre, lo hará en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), en México. LUIS ARTIGUE | @luisartigue La novela negra hispánica actualmente se ha especializado y bifurcado (realismo sucio contra realismo limpio)… Sí, oscila entre el hard-boiled contundente, politizado e implicado con el mal sin coartadas morales o políticas que narra (nuestros grandes nombres de esa corriente de noir social comprometido con la prosa de documentalista son a mi juicio Julián Ibáñez, Paco Gómez Escribano, etc), y la novela-enigma más consciente de que la ficción es más exigente que la realidad, y por tanto más clasicista, más buenista quizás en sus finales acabados y su ausencia de violencia explícita, y más alejada –se trata sólo de distancia escénica- del mal glosado (aquí hoy destacan nombres como Marta Sanz, Juan Bolea, etc)… Pero en su especialización, nuestra novela negra se está acercando a los puristas del género, y alejando del lector literario. Quizá por eso últimamente observamos una reacción de parte de los escritores más –a falta de una palabra mejor– literarios. De hecho el lector literario de novela negra –sí, no todo lector de novela negra es purista– está últimamente de enhorabuena. Y esto es así gracias a tres novelas noir recientes con prosa exigente con personalidad reconocible y repleta tanto de hallazgos expresivos como de hipnótico magnetismo: El hijo de las cosas (Galaxia), novela negra irónico-delirante de Luis Mateo Díez, El dios de nuestro siglo (Seix Barral), novela brillante y muy atmosférica a lo Cormac McCarthy cruzado con Valle-Inclán sobre el lado oscuro de las fronteras humanas, de Lorenzo Luengo, y Que nadie duerma (Alfaguara), novela de Juan José Millás psicoanalítica, o irónico-frenopática, de inolvidable protagonista femenina y que versa sobre los límites sutiles, peligrosos y musicales entre la realidad original y el delirio psicotóxico. Vale, los escritores de novelas más literarias se están acercando con exigencia digamos que más académica al género, pero asimismo algunos escritores de novela negra de hoy parecen estar volviendo a las esencias literarias del noir, sí a aquellos autores cuya escritura estaba más allá del talento pues poseían auténtico genio y unas señas de identidad intransferibles: nos referimos a la escritura dura, mordaz, escueta, repleta de clima y aroma masticable de Dashiel Hammett (una prosa impagable con diálogos ingeniosamente sarcásticos de personajes individualistas con principios tan atípicos como irrenunciables que nos recuerdan siempre por qué la literatura ha sido y es para nosotros la droga más preciada), y la prosa tan inteligente como lírica e igualmente atmosférica del inolvidable Raymond Chandler. Novela hammettiana Un magnífico ejemplo es la última novela publicada de Juan Bolea (Zaragoza, 1959) Los viejos seductores siempre mienten (Ed. Alrevés). Se trata de una novela negra con prosa de novela hammettiana escrita en primera persona (narra el inteligente, cosmopolita, culto y justiciero detective protagonista) con trazas de tragicomedia romántica ambientada en Zaragoza, y, sí, escrita con la intencionalidad lingüística y el regusto de las novelas negras devorables y perdurables de Hammett y Chandler: esto es sobre todo así en la parte del argumento que versa sobre el detective Florián Falomir ayudante de la inspectora Martina de Santo, y su investigación en principio banal y alimenticia sobre una misteriosa carta que una gran dama en decadencia encarga que le entreguen a otra (es un caso estúpido que la policía ha rechazado pero que el protagonista acepta por dinero), aunque en realidad todo conduce a una suerte de conectados asesinatos en serie de mujeres… Pero la novela negra americana pionera no es el único componente de Los viejos seductores siempre mienten. Y es que hete aquí que el autor añade a la receta de sus maestros del género una historia de melodramático amor –¡sí, de amor!– entre dos grandes divas de la novela romántica muy ambiciosas, competitivas, misteriosas, intrigantes y amigas del lujo y la lujuria (lo cual es un sacrilegio en la tradición estricta de la novela negra clásica, pues género negro canónico y novela romántica no casan bien, en principio)… Sin embargo sorprende lo magistralmente que este autor sale de tan heterodoxo empeño. Mezcla de géneros He aquí una novela negra aparentemente old fashioned por eso, por su receta convencional con crímenes, víctimas, policías recelosos, investigadores privados amigos de los arranques justicieros al margen de lo establecido legalmente asociados a ayudantes rescatados in extremis de la mala vida, alcoholes fuertes, batallas sexuales nocturnales, misteriosas fotografías en blanco y negro sacadas de sobres de color malva en un despacho de detectives, patólogos forenses y morbo sexual… Pero es una novela negra entreverada con una novela romántica también de receta convencional, a la cual, por si era poco el reto, se le añade una influencia clara de nuestra novela picaresca y del llamado humorismo español (Miquelarela, García Pavón, Gómez de la Serna, sí, humor no de gags puntuales y situaciones sino de mirada completa sobre la realidad): todo narrado con ritmo, intriga, atmósfera, nervio, sentido del espectáculo, buen conocimiento de los vericuetos inopinados del alma humana y, principalmente, con una especial dedicación psicológica no exenta de fascinación para con los personajes femeninos, que son los más trabajados en estas páginas, no sabemos si para compensar la masculinidad humphreybogartiana del protagonista… He aquí una entretenida obra de arte (una sin retrato social evidente ni retrato moral obvio que busca primordialmente al lector de género pero hace guiños al lector literario) sobre el tiempo y su afán devastador de la belleza y la gloria más mundanas, y sobre todo una obra de arte sobre el amor como motor criminal y, por eso, sobre las venganzas aplazadas. He aquí realismo limpio de autor. E. Bellido // Benicàssim ElPeriódicoMediterraneo.com Las historias de amor toman Benicàssim estos días durante la celebración de la tercera edición de la Feria Nacional de Novela Romántica, que arrancó ayer en Villa Ana, el privilegiado espacio de lectura con ventana al mar en la localidad costera. El periodista Juan Bolea fue el encargado de abrir la veda entrevistando a la que es la madrina de este año, la reconocida escritora alemana Sarah Lark, con su pseudónimo de Christiane Gohl, que habló de su última obra Bajo cielos lejanos y que firmará ejemplares a sus seguidoras hoy viernes, a las 20.00 horas. Tal y como reseñó Bolea, va por su sexta edición y, a diferencia de sus otros libros, no es en su comienzo una novela histórica. “Es una periodista que va a investigar un caso en el que está involucrada a Nueva Zelanda, y que ocurre en el presente y en la realidad”. Además, tiene un aire de novela negra, otra posible novedad en su trabajo en el que tanto juega con los géneros. Bajo cielos lejos es “un título independiente y no formará parte de ninguna trilogía”, según explicó la propia Lark durante su extensa intervención. Entre las asistentes se encontraban escritoras de Madrid, Mallorca, Salamanca, Dinamarca, Andalucía… algunas pertenecientes al sello Selecta, que también están presentes en el certamen. Al finalizar, el concejal de Cultura, Javier Alonso, brindó unas palabras, comprometiéndose a seguir apoyando esta convocatoria literaria para que siga creciendo, porque creen en ella. Y tanto él, como la directora, Patricia Artero, animaron a todos a disfrutar de las múltiples actividades del programa este fin de semana en Villa Ana, que desde hace apenas un año se ha convertido además en la biblioteca del mar, en la playa l’Almadrava de Benicàssim. Un total de 22 autores nacionales copa la programación de la actual edición de la cita, que comienza a consolidarse como el gran encuentro anual del género. Las actividades arrancan hoy con una recreación histórica en la Ruta de las Villas, con el hotel Voramar como punto de partida, a las 10.00; y continúa en Villa Ana con Lucía de Vicente, Premio Vergara (Tras la estela de un sueño), a las 11.30. Sigue con el debate Qué buscan las editoriales ante los nuevos desafíos del género, a las 12.30, que estará moderado por Yolanda Quiralte. En las jaimas de ArgotPor la tarde está planeado el taller Las comas no son confeti, a las 17.00 horas, con las correctoras ortotipográficas Chus Nevado y Mar Carrión. A las 18.00 horas, firma con autoras en las jaimas de Argot. También está prevista una entrevista a Ana Álvarez, ¿Solo amigos?, a las 19.30 horas, con Juan Bolea, con posterior firma de ejemplares. El programa concluirá con la ruta de La perla de agua, la novela con el galardón Letras del Mediterráneo, a las 21.30 horas, con su autora Lola P. Nieva. Villa Ana será el punto de partida de esta visita. Fin de semana entre novelas El sábado Benicàssim continuará siendo capital del amor. Por la mañana, a las 11.15 horas la terraza de Villa Ana acogerá una tertulia con autoras como Olivia Ardey (La asombrosa bibliotecaria de Little Rock), Patricia A. Miller (Flores de Invierno), Ana Olivia Fol (La isla de ambar) y Mónica Mira (Me cuesta tanto olvidarte). Por la tarde a las 19.45 horas tendrá lugar uno de los actos más destacados en el que se mezclarán novela negra y romántica para dar un punto rompedor a la feria. Para completar la jornada, una cena de autoras pondrá el broche final. Llegado el domingo, los visitantes podrán seguir disfrutando de las historias de amor. A las 11.15 horas Las preguntas del Librero deleitará a todo el que se asome a Villa Ana mientras que a continuación Jordi Tello se convertirá en el final feliz de la historia de esta tercera edición de la Feria Nacional de Novela Romántica. El escritor Juan Bolea ha presentado este miércoles 16, su nueva novela que lleva por título 'Los viejos seductores siempre mienten'. Novela negra y humor, una mezcla explosiva que ya ha encandilado a los lectores del escritor, quien ha estado acompañado en el acto de presentación de la nueva obra por la también escritora y periodista, Teresa Viejo, y por el editor y máximo responsable de Editorial Alrevés, Gregori Dolz. Cerca de 150 personas se dieron cita en el Teatro Principal de Zaragoza, un emblemático escenario para la presentación de una novela que, y pese a llevar apenas unos días a la venta, es ya un éxito. Fotos: Álvaro Sánchez Infinity Consultores de Comunicación INÉS ESCARIO | EFE El escritor Juan Bolea ha afrontado el reto de introducir el humor en su último trabajo, "Los viejos seductores siempre mienten", una historia del género negro tan divertida como trágica, en la que explora los cánones de la novela romántica y apuesta por la mezcla de estilos. Lo nuevo de Juan Bolea (Cádiz, 1959), publicado por la editorial Alrevés, adelanta ya desde su título que se trata de una novela "diferente". "Estás leyendo una novela de crímenes pero estás leyendo también una novela de amor", relata el periodista afincado en Zaragoza en una entrevista a Efe. A pesar de que Bolea ha firmado ya más de una quincena de novelas- como "La melancolía de los hombres pájaro" o "El síndrome de Jerusalén"- en ellas todavía no figuraba ni el melodrama ni el humor, revela. "En ésta he apostado por el humor, pero hay también melodrama a través de una historia de amor trágica y verdadera entre dos grandes mujeres: dos grandes divas de la novela romántica", descubre el autor. El ritmo de la novela lo marca un misterioso caso que deberá resolver de nuevo el detective Florián Falomir, un habitual de los textos de Bolea. Un encargo absurdo que acaba tornándose tan complicado como la historia de pasión que lo sustenta. "Y todo esto es un melodrama, incluso podríamos llamarlo un negrodrama", bromea Bolea, acuñando para su obra un término que todavía no existe, ya que la novela policíaca ligada al género romántico no es un cóctel que se sirva de forma habitual en la literatura. Tampoco lo es el humor. Sin embargo, Bolea confiesa que este toque cómico fue el primer presupuesto con el que planteó la historia, ya que en su opinión "en la novela negra hay poco humor y en la novela negra española, últimamente, muy poco". "Siendo muy difícil siempre aplicar el humor a las novelas de acción, yo tenía una baza muy buena para salir del reto, que es el protagonista de la novela, Florián Falomir", apunta a su favor. Para su creador, este detective que resuelve sus casos desde la agencia de "Las Cuatro Efes", en Zaragoza, encarna a la perfección la definición de "pícaro", un personaje "muy español", "turbio" y "empático" a partes iguales. Por eso, el autor reconoce que no es un protagonista arquetípico de la novela negra: "Es más bien un antihéroe: hasta ahora el detective, el inspector o el comisario es siempre un hombre que diferencia perfectamente el bien y el mal. Pero Florián es más bien un justiciero que tiene una justicia personal". Siguiendo su particular instinto, en 'Los viejos seductores siempre mienten' este personaje que parece sacado de la novela picaresca se embarca en lo que parecía un "caso perdido". "Sin embargo, Falomir cree en él y acepta la investigación, entre otras cosas, porque tiene que comer", manifiesta entre risas el autor. El detective Falomir comienza a indagar y es a partir de ahí cuando el caso a resolver tiene que "ir tirando del hilo de la historia": "Uno de mis retos ha sido conseguir que mis novelas se lean con gran profundidad, mucho ritmo y que al mismo tiempo el lenguaje sea culto y cuidado", concreta Bolea. Eso sí, sin palabras groseras y sin recrearse en fenómenos de violencia, una lacra en la sociedad que el escritor procura combatir "presentando el hecho criminal desde un punto de vista mucho más científico". "El exceso de violencia en la novela negra moderna es un error. Yo puedo describir una escena del crimen- en todas mis novelas hay por lo menos una escena con un cadáver-, pero hago una descripción de los hechos como haría un juez, un instructor o un policía", matiza. Todo ello con una cuidada estructura y "con argumentos trabajados a fondo que resisten al paso del tiempo". "Escribir es no escribir", revela el autor, quien cree que antes de lanzarse a la tarea de la escritura "hay que tener la idea delante, los personajes y los diálogos". Y el resultado de este encaje de bolillos, "Los viejos seductores siempre mienten", verá la luz en las librerías el próximo 14 de mayo. La nueva novela de Juan Bolea, 'Los viejos seductores siempre mienten', saldrá a la venta el próximo 14 de mayo. Dos días después, y junto a la también escritora y comunicadora, Teresa Viejo, además del editor Gregori Dolz, Juan Bolea presentará públicamente su nueva obra en el Teatro Principal de Zaragoza. Un acto que comenzará a las 20.00 horas y que está abierto al público. En el mismo, el escritor firmará a los lectores ejemplares de la nueva novela. Te dejamos la sinopsis de 'Los Viejos seductores siempre mienten'. Cuando un frío y anodino día de invierno, Matilde Mon - tenegro, una estrella de la novela romántica caída en el olvido, se presenta en el despacho del detective Florián Falomir, este no sospecha que su encargo, la entrega de una carta, lo conducirá a un laberinto de pasiones que llegará a sumergirlo en una orgía de sexo y traición. Porque lo que en un principio parece un trabajo sencillo, se convierte en la búsqueda frenética de la misteriosa destinataria de la misiva, Rosal de Luna, otra gran diva del género rosa. A partir de ahí, el ego y la fama de las dos escritoras reinas del melodrama erótico serán elementos tan importantes en la trama como los enigmáticos asesinatos a resolver. Desde la distancia, la inspectora Martina de Santo, el más icónico de los personajes creados por Juan Bolea, asesorará a un desubicado Falomir a intentar desvelar la solución de un caso protagonizado por mujeres arrogantes y viejos seductores, donde escarbar en el pasado puede acarrear consecuencias insospechadas. Solo un autor capaz de jugar con los géneros como Bolea podía deshilachar una historia tan paradójica, enigmática y divertida como los temas que trata: el amor, la seducción, la fidelidad…, mezclando escenas de hilarante comicidad y escenarios apesadumbrados por la tragedia. Todo ello en clave de novela negra pero desvelando de paso las claves de la novela romántica. El salón del Ayuntamiento de Leciñena se quedó pequeño para albergar la multitudinaria presentación de África, entre el bien y el mal, de Alejandro Bescós Trullenque. Acto que estuvo presidido por el alcalde de la población, Gonzalo Gavín, un político sensible a la creación literaria y a la investigación histórica, a tenor de las publicaciones que viene editando el Consistorio de Leciñena. África, entre el bien y el mal, que tanta expectación está despertando, es un libro de sesgo autobiográfico en cuyas páginas Bescós asombra con el relato de una parte de su dura, intensa, azarosa existencia. Que comenzó en el zaragozano barrio de Movera, de donde es originaria la emprendedora familia Bescós, relacionada con el continente africano desde que Alejandro Bescós y Concha Trullenque decidieron establecerse y trabajar primero en Guinea y luego en Gabón, en el sector maderero. De aquellas empresas y aventuras, cacerías, negocios, de los hospitales y escuelas que levantaron a su costa para ayudar a la población, de los trabajos de recolección de caoba o ébano nos había ilustrado Alejandro Bescós padre en un primer y asombroso libro de memorias familiares, Una voz en África. Contribución a la que ahora se añade, de manera autónoma y complementaria a la vez, África entre el bien y el mal, la increíble historia de Alejandro Bescós Trullenque. Cuya pluma, precisa y amena, con mucha carga de verdad, nos introduce en las impenetrables selvas de Gabón, en medio de una naturaleza ecuatorial tan exhuberante y peligrosa como desconocida para los europeos (incluso, seguramente, para los propios africanos). Bosques donde las serpientes, los elefantes, leopardos y gorilas suponen un constante peligro, y donde todavía pueden encontrarse tribus apegadas a sus orígenes y rituales. En ese capítulo, puramente antropológico, las memorias de Alejandro Bescós resultan particularmente fascinantes. Su convivencia con tribus indígenas, con chamanes herederos de sabidurías ancestrales la abrió las puertas a experiencias próximas a la iluminación, invitándole a profundizar en culturas, lenguas y un arte único, maravilloso, en el que hoy es un experto. Libro de superación, indagación y búsqueda, África, entre el bien y el mal es asimismo una reflexión, una lección sobre el destino del hombre y su relación con la naturaleza y con el espíritu. La V edición del Festival Aragón Negro (FAN), que ha tenido lugar entre el 15 y el 31 de enero, ha llegado a su fin con un “estimulante” balance de participación, según han calificado sus promotores. Más de 30.000 personas se han sumado a las más de 200 actividades llevadas a cabo en las 16 sedes del FAN. Una extensa programación que ha batido un récord de participación y que ha llamado la atención, no solo de otros festivales nacionales, sino de los internacionales. Aragón Negro ya ha empezado a cooperar con festivales similares en Latinoamérica. En las últimas tres semanas, en Gelsa, Pina de Ebro, Utebo, Fuentes de Ebro, María de Huerva, Tauste, Daroca, Borja, Calatayud, Calamocha, Valderrobres, Alcañiz, Mirambel, Teruel, Huesca y Zaragoza, se ha vivido un auténtico ‘boom’ cultural. En todas estos municipios y ciudades, la combinación de actos literarios --presentaciones, lecturas públicas o charlas-coloquios-- con funciones teatrales, exposiciones, ‘geocaching’, conciertos de rap, citas gastronómicas y ciclos cinematográficos, ha funcionado a modo de un programa completo y, al mismo tiempo, complementario con los del resto de las sedes. Bibliotecas municipales, centros cívicos, clubs de lectura, tertulias cinematográficas, talleres literarios y colectivos del cómic y de la fotografía se han unido a las actividades, protagonizándolas y animándolas. El director del FAN, el escritor Juan Bolea, ha expresado su satisfacción “por haber establecido un modelo nuevo de Festival intercultural, descentralizado y popular, con un alto índice de calidad y una programación variada y moderna, donde la cultura, el compromiso, el aprendizaje y la distracción se dan la mano”. Para el director el FAN es “un lugar de encuentro, una plataforma de autores y un laboratorio para la creatividad de nuevos soportes y programas culturales y artísticos”. Por lo que respecta al número de escritores, han participado 75 autores procedentes de diversos países y comunidades autónomas, destacando la nutrida representación aragonesa, “prueba de que la novela negra en Aragón va cuajando de manera notable”, ha afirmado Bolea. A las actividades literarias y artísticas, con protagonismo especial de las autoras --el eje temático del Festival ha estado dedicado a ‘Mujeres que crean, mujeres que luchan’-- hay que sumar el compromiso social del FAN con la integración, cuyo reivindicativo manifiesto ha sido ampliamente secundado. NUEVOS HORIZONTES SE ABREN AL FAN El Festival Aragón Negro une a su expansión territorial en la Comunidad de Aragón nuevos lazos con festivales hermanos. Valencia Negra ha tenido un destacado protagonismo en esta edición, así como la Semana Negra de Gijón o Panamá Negro. El FAN mira a Latinoamérica y trabaja ya en nuevos proyectos de cooperación y edición con Nicaragua, promotor del Festival Centroamérica Cuenta y con México, organizador de la Feria del Libro de Guadalajara. En esta quinta edición ha crecido tanto el número de seguidores internacionales del Festival Aragón Negro, como el de nacionales. Según datos facilitados por Infinity, la consultora aragonesa que dirige la comunicación y producción de Aragón Negro, la página web del FAN ha registrado desde el pasado 15 de enero, más de 28.000 visitas; el canal en la red Youtube, cerca de 1.300 visualizaciones de vídeos y más de 93.000 impresiones de los cerca de 100 tuits que ha publicado el FAN en Twitter, lo que ha supuesto “triplicar las cifras con respecto a la cuarta edición, evidenciando así, el boyante momento que vive el Festival”, han indicado desde Infinity. Aragón Negro cuenta con el apoyo de instituciones y entidades como el Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Zaragoza, Idrias, Turismo de Aragón, Caja Rural de Teruel, Palafox Hoteles, así como los Ayuntamientos de todas las sedes o la Fundación CAI, entre otros patrocinadores y colaboradores.
El Festival Aragón Negro se engalanó para recibir a sus invitados de honor en una noche durante la cual los muros del Teatro Principal de Zaragoza refulgieron bajo el brillo del fastuoso ambiente, y temblaron ante la potente voz que se alzó al unísono contra las injusticias que aquejan la sociedad. Levantada en torno al ideal de lucha contra la desigualdad, la V Edición del certamen cultural, convertido en uno de los eventos más importantes y reconocidos tanto en tierras aragonesas como en la generalidad del Estado español, coronó su propia obra a través de los testimonios de sus más importantes paladines, que desfilaron por el escenario en busca de los diferentes premios con los que fueron galardonados por su meritoria aportación al campo de las letras. A través de sus intervenciones, se conformó una sinfonía arrebatada y ajena a cualquier claudicación que buscaba la denuncia de las sombras que acechan en los rincones del tejido humano. Una composición cuyas primeras notas tocó David Llorente, quien acompañado por su editor Gregori Dolz definió a su novela “Madrid: frontera”, depositaria del premio Dashiell Hammett de la Semana Negra de Gijón, como un grito de protesta, testimonio y denuncia. Un libro catalogado por muchos de distópico pero que, como bien recordó el fundador del sello Alrevés, “habla sobre la realidad de hoy en día”. La voz rebelde de Llorente, plasmada también en su rompedor estilo, finalizó su alegato con una reverencia ante la literatura y la novela negra en particular, a la que deseó que “nunca volviese a cerrar una librería y que la novela negra continúe siempre viva”. Pero la justicia también necesita de la verdad para existir, para lograr sus objetivos, para plantar semillas fértiles que puedan germinar. Una escurridiza musa que Francisco Pérez Abellán, galardonado con el premio “El mejor de los nuestros” ha perseguido durante toda su carrera. Un caso excepcional en un mundo banal, como lo definió Juan Bolea, el veterano periodista ha intentado durante toda su carrera “convertir en novela negra lo que debería ser historia” al investigar y difundir muchos de los crímenes que han escrito con sangre las notas a pie de páginas que adornan la crónica española. Impulsado por la máxima de que cualquier crimen tiene solución, Abellán anima a todo el mundo a confiar en sus propias capacidades para desenmascarar la realidad tras el velo del tiempo y el misterio: “la verdad no sólo os hará libres, sino que también os hará felices”. Si David Llorente y Pérez Abellán habían representado el valor de conceptos como la veracidad o la resistencia ante las afrentas de un mundo injusto, Teresa Perales bien pudo representar la fuerza requerida para defenderlos. Convertida en un símbolo de superación y esfuerzo, la nadadora paraolímpica acaparó todas las miradas tras ser presentada por Laura Latorre, parte del equipo del FAN. Con voz firme y decidida, la atleta zaragozana leyó un manifiesto a favor de la integración que doblegó la atmósfera del recinto bajo la sinceridad que transmitían sus palabas. “Sobran egoísmos y faltan impulsos”, decía Perales. Mientras los gobiernos cierran las fronteras y recortan los recursos puestos al servicio de la población, “el individualismo avanza imparable” en una carrera destructiva contra la cohesión social y el espíritu solidario. En su creencia de que “cada miembro de la sociedad debe ser libre e igual a los demás” y “la inclusión es un signo de riqueza cultural que nos hace crecer”, remarcó el compromiso de los firmantes del texto por enfrentar las infamias que impiden crecer juntas a las personas, en pos de una sociedad que otorgue las mismas oportunidades y entierre las simas en las que caen quienes no gozan de ciertos privilegios o derechos. Un trabajo que, pese a ser enunciado por una sola mujer, incluye a todos para conjugar la voluntad que impulse el cambio. El telón estaba presto para bajarse. Sin embargo, aún debía hacer su aparición un último invitado, uno de los escritores de novela negra más importantes y aclamados. Leonardo Padura, “cubano por los cuatro costados y al mismo tiempo ciudadano del mundo”, apareció en el escenario con el aire tranquilo y parsimonioso que le caracteriza, pequeña manifestación exterior de un carácter humilde ajeno a los arrebatos grandilocuentes del éxito. El hijo pródigo de La Habana ha escrito algunas de las mejores novelas negras en castellano, y únicamente la pasión con la que departió sobre la literatura sobre su anfitrión Juan Bolea podría dar pistas de su categoría como escritor. En cambio, él optaba por proyectar su personalidad sobre la de Mario Conde, detective protagonista de varios de sus libros y trasunto de esa parte de su creador que pertenece solo al barrio y la ciudad en la que vivió, y de la que no planea irse: “me encantaría vivir en España. Me siento como en casa aquí. Pero he ahí el problema; mi casa está en La Habana”. Pese a las severas transformaciones que ha experimentado su vida, Padura no ha renunciado a quién es ni ha olvidado de donde viene, y al igual que su querido investigador conserva ese grupo de amigos de siempre que encarnan el “carácter gregario de los cubanos”, y que distancia a Mario Conde de la umbría figura del detective privado al que acostumbra la novela negra. En ese sentido, posee un fuerte humanismo que lo impele, como “testigo de una época muy particular de la historia de Cuba”, a afrontar una responsabilidad para con la sociedad a través de la literatura. Por ello, puede afirmar orgulloso que “no hay mentira alguna en mis libros. Podré equivocarme, pues no existe verdad absoluta y mis verdades pueden no llegar a serlo totalmente. Pero nunca he mentido”. Es fácil vislumbrar esta pasión entre las páginas de libros como “El hombre que amaba a los perros”, una brillante aproximación a la figura de Ramón Mercader que supuso cinco años de trabajo en busca de una historia en la que, como él relataba, “todos mienten”. Con una trayectoria así, ¿qué es lo que más puede enorgullecer a un escritor? Las palabras de Leonardo Padura no dejar claroscuro alguno: “en ‘La novela de mi vida’ conseguí decir lo que quería de la mejor manera posible. Y para un escritor, no hay mayor logro”. Una vida humilde en sus juicios, destacada en sus logros y sostenida por un esfuerzo de superación constante, que ha dado lugar a algunas de las obras más hermosas del género negro. Y al suave son de la canción, baja el telón. Leonardo Padura y Francisco Pérez-Abellán, premios de la quinta edición del Festival Aragón Negro7/12/2017 El escritor cubano Leonardo Padura será galardonado con el Premio de Honor de la V Edición del Festival Aragón Negro (FAN). El Festival ha reconocido asimismo al autor español Francisco Pérez Abellán con otro de sus galardones destacados, el Premio a ‘El mejor de los nuestros’. Ambos escritores recogerán sus distinciones en una gala que se celebrará en el Teatro Principal de Zaragoza el próximo 25 de enero. El director del Festival, Juan Bolea, ha destacado de Leonardo Padura su “extraordinaria” aportación a la moderna novela negra escrita en castellano, que ha renovado y enriquecido con su serie de Mario Conde, con títulos como Adiós, Hemingway o La neblina del ayer; su compromiso con la libertad y su capacidad para indagar en la historia las claves del presente, con obras como El hombre que amaba a los perros o Herejes. Leonardo Padura está en posesión de reconocimientos como el Premio Princesa de Asturias de las Letras, el Premio Dashiell Hammett que otorga la Semana Negra de Gijón, el Nacional de Literatura (Cuba) o el Premio de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza. Francisco Pérez Abellán recogerá su premio como reconocimiento a una “extraordinaria trayectoria”, ha recalcado Bolea, en el campo de la investigación criminológica e histórica, el ensayo y el periodismo de sucesos. Es doctor por la Universidad Complutense de Madrid, criminólogo de Honor, detective de Honor por la Asociación Profesional de Detectives Privados, Medalla de Honor de la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses, y autor de títulos tan destacados como Matar a Prim, Los crímenes más famosos de la Historia, Ellas matan mejor o Asesinos. La V edición de Aragón Negro se celebrará entre el 16 y el 31 de enero en 16 sedes: Zaragoza, Huesca, Teruel, Calatayud, Pina de Ebro, Daroca, Utebo, Gelsa, Borja, Calamocha, Valderrobres, Mirambel, María de Huerva, Alcañiz, Fuentes de Ebro y Tauste. Las cuatro últimas poblaciones participan por primera vez. La presente edición tendrá fuerte protagonismo de las creadoras. Los programadores se han inspirado en el lema ‘Mujeres que crean, mujeres que luchan’. Y también en ‘La integración’ como bandera social. El Festival mantendrá sus habituales secciones de literatura, cine, teatro, gastronomía, fotografía, cómic, geocaching y exposiciones. Entre éstas, destaca ‘Hnegra’, dirigida por Gonzalo Pernas y Fernando Marías con la participación de 22 autoras e ilustradores, con nombres como Raquel Lanseros, Espido Freire, Patricia Esteban Erlés, Berna González Harbour, Arturo Elena o Fernando Vicente, que se encontrarán en el IAACC Pablo Serrano de la capital aragonesa. GRANDES FIGURAS DE LA CULTURA Entre los protagonistas, han confirmado su participación un importante número de autores, como es el caso de Teresa Viejo, Marta Robles, Graciela Moreno, Angelique Pfitzner, Pablo Sebastiá, Pedro Tejada, Alfonso Mateo-Sagasta, Esteban Navarro, Laura Gomara, David Llorente, Santiago Álvarez, Mónica Miguel Franco, Edilberto González Trejos, Chesús Yuste, Oscar Bribián, Jon Lauko, David Lozano o María Oruña. A ellos, se sumarán Virginia Aguilera, David Tapia, Juan Pedro Cosano, Isabel Abenia, David Jasso, Elia Barceló, Roberto Malo, David Panadero, Fernando Martínez Laínez, José Luis Caballero, entre otros muchos autores. El director Antonio Isasi Isasmendi será objeto de un ciclo homenaje en la Filmotecade Zaragoza. El Festival cuenta con el apoyo de instituciones y entidades como el Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Zaragoza, Idrias, Palafox Hoteles, Caja Rural de Teruel, la Fundación CAI, así como los Consistorios de todas las sedes participantes, entre otros patrocinadores y colaboradores. Haz clic aquí para editar. |
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